Redacción Yincana Solidaria
Esta actividad de voluntariado, que ha consistido en hacer una yincana y realizar diferentes trabajos voluntarios ayudando a los demás, me ha gustado mucho y ha sido una experiencia inolvidable que me ha hecho ver las cosas de otra manera.
Hicimos tres actividades. La primera fue jugar al bingo con las personas mayores en una residencia.
La segunda fue ayudar a estudiara unos niños muy simpáticos en un lugar donde se les daba apoyo.
Y la tercera fue jugar a juegos de mesa con personas mayores en la misma residencia que la primera actividad.
El día que tuvimos el voluntariado en la residencia, estaba entusiasmada con la idea de pasar tiempo con señores y señoras mayores, y jugar al bingo hasta hartarnos.
Espero que ellos se lo pasaran muy bien con nosotros, al igual que yo pase una buena tarde con ellos..
ya que pasar el tiempo con personas distintas y hacer actividades diferentes con ellas siempre ayuda a aprender cosas nuevas.
Una de las anécdotas que puedo contar de la primera actividad, es que cuando estaba ayudando a repartir los tapones de botellas, que utilizamos como fichas para los cartuchos del bingo, yo le iba repartiendo tapones a una señora y dejándolos a un lado, y mientras los dejaba los iba contando para cuando llegase a treinta parar y repartir a otra persona.
Mientras yo los dejaba en la mesa, ella cogía solo algunos tapones de los treinta que le daba, y cogía de otras cajas otros tapones y los mezclaba... yo perdía la cuenta y volvía a separar 30 tapones a un lado, que ella de nuevo me volvía a mezclar. Entonces la señora de al lado me dijo que a esa señora solo le gustaban los tapones de color blanco, y a partir de ahí ya entendí porque los mezclaba y solo cogía algunos de los que yo le dejaba.
Para ella, tener todos los tapones de un mismo color le ayudaba a tener mas suerte en el bingo.
Con esto observé que todas las personas tienen pequñas costumbres diferentes a los demás, tengan la edad que tengan, y que cada costumbre tiene su sentido, por eso hay que respetar las costumbres de los demás sin juzgarlas.
Otra de las cosas que me pasaron cuando estábamos jugando al Bingo, es que yo ayudaba a un señor mayor a colocar las fichas, porque a veces no oía bien el número y ponía la ficha en el número que no era. Y resulta que cada vez que el señor cogía una ficha que tenía delante del cartuchio, con la manga del jersey arrastraba las fichas que ya estaban puestas en el cartucho. Cuando me dí cuenta, iba poniendo las fichas en su sitio y a la vez estaba atenta al número que decían para colocarlo en el cartucho. Fué un poco lioso pero divertido a la vez.
En la segunda actividad de la Yincana, teníamos que ayudar a estudiar a unos niños de primaria , la primera hora. Y la segunda hora teníamos que hacer una actividad creativa.
A mí me toco ayudar a estudiar a un niño que se llama Rayan y tiene 9 años. El estaba estudiando conocimiento del medio. Entonces yo le preguntaba una palabra y él me decía la definición.
La verdad es que se lo sabía muy bien. Es un chico ,uy listo. También le ayudé a estudiar lengua, los adjetivos y los determinanres. Yo le pusé dos o tres ejercicios parecidos a los de su libro con ejemplos distintos para que practicase, y lo hizo muy bien.
Daba gusto ayudarle a estudiarporque estaba muy atento y me escuchaba cuando le corregía algo. También me habló de su vida y de que tenía un hermano pequeño y que en verano se iba a su pueblo y jugaba con sus amigos a dar vueltas en bici.
Me preguntó, si volvería la semana siguiente para ayudarle, yo le dije que cuando volviese a tener la oportunidad de hacer de nuevo el voluntariado, iría a verle.
Durante la segunda hora, los niños tenían que hacer por grupos unos conejitos hechos con cartulñina para guardar los huevos de Pascua. y por último, nos reunimos todos y nos sentamos a escuchar a los niños mientras leían el libro del Principito.
En la tercera actividad estuvimos jugando a juegos de mesa con las personas mayores, en la misma residencia que la de la primera actividad.
Pese a que sólo contamos con la participación de dos señoras mayores y una acompañannte, lo pasámos muy bien.
Las dos señoras mayores se llamaban Mª Cruz y una llamaba a la otra Cruci. Entre ellas se gastaban bromas mientras jugábamos al parchís.
Y la que se hacía llamar Cruci, se ponía a cantar canciones de sus tiempos. Eran canciones pegadizas pero que nunca había oido. Las dos señoras eran muy simpáticas y divertidas. Aunque no fué mucha gente a la actividad lo pasamos bien los que estuvimos.
Gracias a esta Yincana he ayudado a otras personas. en este caso a personas mayores y a niños.
A cada uno se le ayudó de una manera, adaptándonos a lo que ellos quisieran hacer.
Jugar al bingo con los abuelitos, me pareció una buena idea, porque seguramente a ellos les gusta estar acompañados, y de esta manera les hacíamos compañía a la vez que jugabamos a un pasatiempo que les gustaba y en el que podían ganar premios, lo que hacía más interesante el ambiente.
La idea de ayudar a estudiar a los niños, fue una actividad que me encanto, porque cuando yo tenía mas o menos su edad, me gustaba que me ayudaran los chicos y chicas que eran mas mayores que yo, porque sentía que las cosas las explicaban de una manera divertivda y más fácil de entender para mí. Por eso me gustó tener la oportunidad de poder ayudar a los niños de alguna manera.
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